Si ya lo tenéis decidido y os habéis apuntado a alguno de los Caminos que ofrecemos en ECEF, ya tenéis el 50% hecho de los preparativos que hay que realizar antes de poder iniciar esta gran aventura. Las ganas y la decisión por querer hacer el camino en familia, es un paso de alegría y sentido por hacer algo grande, algo profundo, algo familiar.

¡Ultreia PEREGRINOS!

Motivos para Peregrinar

Es bueno tener un motivo para realizar el Camino de Santiago, no tiene por qué ser religioso, aunque está bien conocer que la Peregrinación a Santiago de Compostela, es en sí un acontecimiento cristiano, marcado por las personas que desean encontrarse con el amigo de Jesús, uno de sus apóstoles, y poder así abrazarle y presentarle sus respetos.

En el caminar hacia este encuentro lleno de gozo, el peregrino tiene tiempo para encontrarse consigo mismo y con otros que le ayudan y acompañan a superar el camino (Bienaventurado eres, peregrino, si en el camino te encuentras contigo mismo y te regalas un tiempo sin prisas para no descuidar la imagen de tu corazón); hay tiempo para reflexionar, para disfrutar con la naturaleza, la historia, la cultura, gentes de muy diversa procedencia..., en definitiva momento de renovación en nuestra vida y punto de llegada para volver a empezar (Bienaventurado eres, peregrino, porque has descubierto que el auténtico camino comienza cuando se acaba)

Si ya os habéis decidido a hacer el camino en familia, ya tenéis suficientes motivos para sentiros verdaderos peregrinos. Seguramente  será una gran experiencia y uno de los mejores regalos que podáis hacer a vuestros hijos a lo largo de su vida.

· Peregrino o Turigrino

En los 100 últimos km de cualquiera de los caminos de Santiago, se ha acuñado un término para aquellos que ven el camino como una experiencia de turismo, de ocio alternativo, son los Turigrinos. Por lo general los Turigrinos no suelen terminar el camino; a los pocos días sus ampollas curadas con remedios caseros, su cansancio acumulado por no estar preparado, y sobre todo su falta de motivación, hacen que no consigan terminar el Camino y abandonen maltrechos.

La importancia de tener un motivo para peregrinar y de querer hacer el camino en familia, son suficientes para no estar incluidos en este grupo, aún cuando se hagan 1000, 100  o 1 kilómetros caminando para visitar la tumba del Apóstol Santiago.

· El "auténtico" peregrino

El verdadero peregrino admira, ayuda y comparte el caminar de otros que como él viajan por algo que les mueve a seguir adelante. Uno no es mejor peregrino por hacer el camino con más peso en la mochila, por ir descalzo o comer y dormir sólo de la caridad. Los que así lo piensan, están muy lejos de ser verdaderos peregrinos. Si te llevan la maleta en coche o duermes en hostales en vez de albergues, son elementos de enjuiciamiento que nada tienen que ver con ser mejor o peor peregrino. Ser una persona mayor, estar enfermo o ir con niños, y más si son muy pequeños, son cargas mucho más pesadas que cualquier mochila que se pueda ver por el camino.

Hacer el camino en familia con niños, hace necesario programar etapas de menos de 20 kilómetros a velocidad de jugar con todo, verlo todo, disfrutar con todo, haciendo que las etapas se alarguen y que necesariamente se tenga que planificar el alojamiento, las comidas, las paradas, y el entretenimiento permanente para los más pequeños.

Sobre la Credencial del Peregrino y la “Compostela”

La actual credencial del peregrino, que se entrega exclusivamente a los que hacen todo o parte del Camino de Santiago a pie, en bicicleta o a caballo, tiene sus orígenes en las cartas de presentación que desde los albores de la historia jacobea concedían los reyes, infantes, clérigos, papas y otras autoridades como documento de recomendación o salvoconducto a los que peregrinaban a Compostela. La historia relata multitud de documentos en los que se concedía por mediación de dicha carta todo tipo de privilegios y gracias para que el portador y sus acompañantes obtuviesen protección y también la exención del pago de tributos (montazgos, portazgos, pejes, etc.) cuyo montante podía llegar a ocasionar graves problemas a los peregrinos medievales.

La credencial se entrega a través de las Asociaciones Jacobeas, la Iglesia, Cofradías, etc. antes de iniciar el Camino o, a través de estas mismas instituciones en el lugar donde se inicia el recorrido. Siempre es aconsejable la presentación de una carta o documento que acredite e identifique al solicitante. Con la credencial, para aquellos que han hecho al menos los cien últimos kilómetros del trazado jacobeo a pie o en caballo y los doscientos últimos en bicicleta, la Catedral de Santiago concede La llamada “Compostela” que no es otra cosa que un documento por el que se reconoce que el peregrino ha llegado a la meta compostelana y lo ha hecho por motivos religiosos.

La Compostela, tanto en su modalidad tradicional cuando se justifica una peregrinación con motivacaciones religiosas o piadosas, como en su más reciente versión para quienes no justifican estas motivacaciones, es un documento que se expide desde hace muchos años. Al principio se plasmaba en pergamino y en ellas se relataba con un texto más o menos amplio, además de una mención al apóstol Santiago, para patrono y protector “único y singular” de las Españas, la visita del peregrino al templo, la confesión y comunión.

Desde hace tiempo éstas se imprimen sólo en papel con orla característica de hojas de roble y vieiras jacobeas en la que se hace constar en latín el nombre del peregrino, y es firmada actualmente por el Secretario Capitular de la Iglesia Compostelana. Hasta no hace mucho tiempo, la Compostela era firmada por el Arzobispo, pero era tan sólo una práctica teórica ya que en realidad correspondía habitualmente la firma al canónigo encargado de las peregrinaciones.

Es importante saber que a los niños que no han hecho la primera comunión, en principio no se les entrega la Compostela como tal, aunque sí un documento de bienvenida a Santiago. Igualmente este documento se entrega a los grupos organizados.

Qué llevar de ropa y complementos

Debido a que el camino con ECEF se realiza, por lo general, en verano, el atuendo que se debe llevar cambia un poco respecto a otras estaciones. No obstante, hay que saber que es muy probable que algún día pueda llover, y que las temperaturas a primera hora de la mañana y por la noche, descienden bastante, como para tener que ir con forro polar o jersey. Por otro lado, salvo días muy especiales, el tiempo y el paisaje son muy agradables e invitan a caminar con ropa ligera y cómoda.

· Atuendo al caminar

• Zapatillas de trecking, blandas pero de suela dura (No es imprescindible que sean de “ultima generación”). Las botas no son necesarias y por lo general, si hace calor. pueden hacer que el pie se cueza. No obstante, si ya se tienen unas botas usadas y cómodas, quizás no sea necesario comprar otro calzado.
• Calcetines sin costuras. Hay calcetines especiales para la sudoración, antiampollas. Una inversión en esta prenda es muy recomendable.
• Ropa cómoda.
• Forro porlar o jersey.
• Gorro. Los gorros con ala son perfectos para protegernos del sol.
• Cantimplora.

• Capa de agua. Aunque uno pueda considerar que el chuvasquero es suficiente, si llueve, se echará de menos esta prenda, ya que es la única que verdaderamente proteje de la lluvia.

   

· Complementos

• Bastones, son prescindibles, aunque muy útiles para ayudar al descanso de las manos y mantener un ritmo constante. Para los niños no es necesario, pero les encanta llevar un complemento de este tipo, si bien un palo un poco trabajado, les gustará mucho más.

• Pequeña Mochila para los niños, cómoda y manejable. Lo mejor sería que cada uno llevara su mochila, para poder disponer de lo imprescindible: el jersey, los calcetines de repuesto y la capa.

• Mediana mochila para los adultos, donde además de lo imprescindible, también servirá para llevar las credenciales, crema solar, camara de fotos, alimentos ligeros tipo frutos secos, etc.

• Mudas para el Camino (No hace falta ropa de etiqueta)
  
• Jabón de lavar a mano (Existen por lo general zonas de lavandería con lavadoras y secadoras)
• Calzado cómodo de repuesto y/o de descanso, por ejemplo tipo chancla o zapatillas de deporte.
• Al menos 1 pantalón largo.
• Bañador y gorro de baño (En alguna etapa tenemos la posibilidad de utilizar piscina pública)
• Repuestos de alimentos.
• Anti mosquitos.
• Útiles de aseo.
• Útiles pequeños para ocio compartido (cartas, dados, …)
• Muchas ganas de querer participar con el grupo y en especial con los niños
• etc..

· Debemos...

• ... “entrenar” para “preparar” el calzado y el cuerpo, con marchas progresivas en dificultad y tiempo, por senderos. Más que caminar mucho, de lo que se trata es de acostumbrase a caminar con las botas y a empezar a disfrutar del camino en familia.
• ... llevar poco equipaje. Aunque disponemos del maletero de nuestro coche, no olvidemos que hay que subir y bajar y reestructurar las maletas todos los días. En la mayoría de los alojamientos tienen lavadero con secadora.
• ... saber secar la btas. Si llueve, seguramente hasta la bota más impermeable se cale, por lo que habrá que saber como secarlas durante la noche. Un periódico o un rollo de papel absorbente, son lo único que se necesita. Se introduce a presión todo el papel que se pueda y se deja toda la noche en un lugar seco.
• ... saludar. Es tradición saludarse entre peregrinos, siendo un signo de auténtica fraternidad. "Buen camino" es lo más habitual que os dirán y diréis con las personas que os váis encontrando, pero "Ultreia" o "Ultreya", hoy algo más en desuso, también es una palabra con la que les das ánimo a los que te acompañan: ¡Ultreia peregrino! (¡Ánimo peregrino!)
• ... saber utilizar nustras credenciales. Basta con un par de sellos por etapa para acreditar vuestro caminar, pero es muy gratificante ir adquiriendo sellos de todo tipo, a los niños especialmente les gustará ir sellando por todas partes. Aunque los sellos están todos los bares, cafeterías y restaurantes, es recomendable ir dejando hueco para los sellos de las iglesias, ayuntamientos o los sitios de pernocta.

Técnicas útiles

• Protegernos del agua. Dos bolsas de plástico, mejor si son resistetes, serán muy útiles para llevar protegida la ropa de repuesto, o para cruzar un obstáculo como el siguiente:

• Evitar los roces. Si eres propenso a las rozaduras, la vaselina es la mejor opción, no dejes de salir a caminar con ella puesta, sobre todo en la zona de la entrepierna.

• El sol en la espalda. Todos sabemos que hay que protejernos del sol con crema solar, pero generalmente nos olvidamos que caminando en días soleados, el sol nos quemará la nuca, las pantorrillas, las orejas, etc. Debemos protejer estas zonas con crema o prendas, como un sombrero con ala o pañoleta para la nuca.

• Vendaje de urgencia en un tobillo. Una pequeña torcedura en un tobillo durante el Camino, puede convertirse en un infierno si se sigue andando sin realizar un vendaje que lo asegure hasta poder tratarlo adecuadamente. Con esparadrapo podemos hacer un vendaje firme y poco molesto, basta con utilizarlo haciendo ochos tal y como se ve en la figura. Esperemos no necesitarlo nunca.