En
El Camino En Familia nos hemos especializado en la organización de viajes de turismo desarrollados en las rutas de los Caminos de Santiago, especialmente dirigidos a familias con niños y personas mayores.
¿Peregrinar con niños pequeños se puede?
Nuestra recomendación es que los niños sean mayores de 3 años, debiéndose llevar carrito de apoyo para los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 6 años, esto es debido fundamentalmente al sueño, más que al cansancio físico como tal (ECEF dispone de carritos en régimen de alquiler). Los niños pequeños suelen ir de la manita de uno de sus padres o un hermano mayor, cantando las canciones de los payasos, jugando al veo veo y tocando todo bicho, planta o cosa que se les cruce por delante. Su ritmo es muy lento pero el entorno es propicio para no aburrirse, luego al estar rodeados de tantos niños y juegos familiares, realmente disfrutan muchísimo, y sus padres más.
Es bueno tener un motivo para realizar el Camino de Santiago con la familia, no tiene que ser por motivos religiosos, aunque está bien conocer que la Peregrinación a Santiago de Compostela, es en sí un acontecimiento cristiano, marcado por las personas que desean encontrarse con el amigo de Jesús, uno de sus apóstoles, y poder así abrazarle y presentarle sus respetos. En el caminar hacia este encuentro lleno de gozo, el peregrino tiene tiempo para encontrarse consigo mismo y con otros que le ayudan y acompañan a superar el camino. Hay tiempo para reflexionar, para disfrutar con la naturaleza, la historia, la cultura, gentes de muy diversa procedencia, en definitiva momento de renovación en nuestra vida y punto de llegada para volver a empezar. Seguramente será una gran experiencia y uno de los mejores regalos que se pueda hacer a un hijo y a uno mismo.
El “Auténtico” peregrino
El verdadero peregrino admira, ayuda y comparte el caminar de otros que como él viajan por algo que les mueve a seguir adelante. Uno no es mejor peregrino por hacer el camino con más peso en la mochila, por ir descalzo o comer y dormir sólo de la caridad. Los que así lo piensan, están muy lejos de ser verdaderos peregrinos. Si te llevan la maleta en coche o duermes en hostales en vez de albergues, son elementos de enjuiciamiento que nada tienen que ver con ser mejor o peor peregrino. Ser una persona mayor, estar enfermo o ir con niños, y más si son muy pequeños, son cargas mucho más pesadas que cualquier mochila que se pueda ver por el camino. Hacer el camino en familia con niños, hace necesario programar etapas de menos de 20 kilómetros a velocidad de jugar con todo, verlo todo, disfrutar con todo, haciendo que las etapas se alarguen y que necesariamente se tenga que planificar el alojamiento, las comidas, las paradas, y el entretenimiento permanente para los más pequeños.
Curiosidades sobre el camino
Actualmente el camino es recorrido al año por miles de personas siendo una de las rutas senderistas y religiosas más frecuentadas en España. Menos del 1% de los peregrinos que llegan a Santiago son menores de 12 años, lo que supone una sorpresa y admiración de todos el encontrar a familias que hacen el esfuerzo por hacer El Camino con niños pequeños.
Una cosa que suele chocar al hacer El camino en grupo, es saber que los miembros de una misma familia suelen ir pocas veces juntos, es curioso pero es así, y se debe a que los ritmos de cada persona son muy distintos y generalmente no coinciden en la misma familia. Ésta es una de las razones clave para comprender que para hacer El Camino en familia con niños, es conveniente hacerlo en grupo, permitiendo que cada uno se adapte al grupo que lleve su ritmo.
¿Sabías que el juego de la oca, en sus inicios, era realmente un mapa cifrado que utilizaban los Templarios para guiar a los peregrinos en su camino a Santiago? Cada casilla indicaba un punto importante en el camino, bien como referencia para saber por donde ir, indicar zonas peligrosas, o mostrar zonas seguras (representadas por las ocas). La oca tiene un significado de seguridad, es un animal que en los monasterios y castillos, se utilizaban para prevenir la entrada de bandidos, ya que el estruendo que hacían alertaba a los que allí vivían. Ir de oca a oca, de sitio seguro a sitio seguro, era el objetivo de cualquier peregrino en la edad media.
En determinadas épocas del año, caminando de Este a Oeste por la noche, se podrá ver la vía láctea delante de nuestros ojos, vertical respecto al horizonte, indicándonos nuestro destino directo a Compostela (camino de las estrellas)
¿Sabías que a los que peregrinan a Jerusalén se les llama Palmeros, a los que peregrinan a Roma Romeros, pero sólo los que peregrinan a Santiago se les llama PEREGRINOS?
Ultreia ECEF El Camino En Familia, S.L.